Hasta pronto.
- Rosario Alaniz
- 27 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Abriste parte de mi corazón dormido, me hiciste vivir. Gracias.
Fueron las últimas palabras que pude leer de la carta que te escribí. Todo está dicho, y sin embargo parte de mí quiere continuar con vos.
Como te diste cuenta me hiciste cambiar, me hiciste crecer y ver mi realidad de otros puntos de vista.
No soy la misma chica de hace aproximadamente dos semanas, donde un martes no paraba de reírme y a los segundos me encontraba llorando en el hombro de mi mejor amiga por haber hecho mal las cosas, no por haberme protegido como solía decirlo, por descuidarme de vos y no poder con las dos.
Ya mañana, se termina, litera te dejo ir y continúo con mi vida. De a poco podré ir hablando, contando qué sucedió y qué hice al respecto. Sí, pedí ayuda porque me sentía sola y sabía que por mi cuenta no podía hacerlo.
Pero ya está, ya pasó lo más doloroso.
Tengo un lugar en mi corazón, en mi alma y cuerpo, sos parte de mí y de mi familia, nos elegimos de manera mutua, y aprendimos mucho.
Me di cuenta que proclamaba ser fuerte y audaz y lo recién lo pude demostrar en tu partida, cuando llorando me decía a mí misma que esto acabaría pronto y que el dolor debía transformarlo aprendizajes y así sanarme.
Gracias, el corto tiempo que estuvimos juntas me llenó de vida y de un profundo sentimiento de inspiración donde pude liberarme escribiendo palabras a través de las cuales el dolor se colaba.
Queda poco por decirte pero un millón de cosas por hacer para mí.
Soy fuerte, soy merecedora y soy sabiduría, puedo con lo que elegí en mi camino, pude y salí adelante, podré y encontraré siempre formas para ser feliz.
Jamás imaginé tenerte aquí a mis veinte años, de los cuales dimensiono y me doy cuenta que me falta tanto por vivenciar, por aprender y por disfrutar.
Pensaba que yo estaba tarde y que perdí mucho, para nada, es más gané conocimiento e información.
Confiaste en mí al igual que otra persona a la cual admiro demasiado, ambos parte de mi sangre, ambos para mí en momentos de risa y de llanto, ambos con ganas de seguir aprendiendo y sanando, ambos unos seres avanzados. Me siento dichosa de compartir parte de mi vida con ustedes, de que nos hayamos elegido mutuamente.
Gracias, A. Gracias luz, estaré siempre agradecida y repetiré que me despertaste, que me hiciste reaccionar y darme cuenta que si yo no avanzaba y elegía lo que quería, nadie más lo iba a hacer y que estaría como los demás.
Quisiera besarte, darte un abrazo y que sea un momento sólo de las dos donde te pueda ver y saber que sos hermosa y tan fuerte, demasiado. La despedida la voy a imaginar siempre y espero que algún día podamos vernos, podamos darnos todo el amor del mundo y enseñarnos todavía más cosas.
Para nada estoy triste, estoy tranquila y busco las oportunidades para estar feliz.
Gracias de vuelta, no me quedan más palabras que describir lo magnifica y maravillosa que sos, y te admiro demasiado.
Mi pequeña, sólo sos amor y te mereces eso.
Hasta pronto, a seguir aprendiendo♥

Comments